Un año más, la desaceleración de la economía española se ha visto pospuesta para el siguiente, manteniendo a lo largo del ejercicio crecimientos muy sostenidos en torno al 0,8-0,9% trimestral. Así se demuestra en el
'Informe Trimestral de la Economía Española' publicado por CEOE.
En 2017, por tercer año consecutivo la economía española crecerá de nuevo por encima del 3,0%. En el tercer trimestre, el PIB creció un 0,8% en tasa intertrimestral (una décima menos que el trimestre anterior) y la tasa interanual se mantuvo en el 3,1%. En el cuarto trimestre, los indicadores disponibles estarían apuntando a una ligera desaceleración.
A pesar de las cifras optimistas, hay que tener en cuenta una serie de riesgos que pueden modificar la senda de la economía española, tanto a la alza como a la baja, según destacan los empresarios españoles.
Entre los riesgos al alza cabe señalar:
- Un impacto mayor al previsto de las medidas adoptadas por el BCE en la mejora de las condiciones financieras y, en consecuencia, en la reactivación de la inversión y del crédito en Europa.
- Una política económica que fortalezca la competitividad y productividad de la economía española y con ello impulse el ciclo de recuperación y empleo.
- Seguir con el proceso de moderación salarial en España, que tan beneficioso ha sido para el aumento de la competitividad y el empleo.
- Una mejora adicional de las perspectivas de la economía mundial, especialmente en Europa, que impulse las exportaciones españolas.
Los riesgos a la baja son:
- Incertidumbre política, sobre todo en lo asociado al proceso del Brexit y en Cataluña, que debilite la confianza y la inversión, así como el efecto que pueda tener en el turismo y en las exportaciones.
- Repunte del precio del petróleo, que afectaría tanto a la renta disponible de las familias como a los costes de las empresas, perjudicando nuestro saldo comercial.
- Que se produzca un freno notable o una reversión del proceso de reformas estructurales en España.
- Que las subidas de tipos de interés en los EEUU puedan generar turbulencias en los mercados financieros internacionales.